Existe una tensión fuerte entre el feminismo radical y el movimiento queer respecto de las categorías sexo y género, protegidas por el derecho internacional de los derechos humanos, que contiene discursos de odio que atentan contra el establecimiento de una agenda política proteccionista y socaban el derecho a la no discriminación y a la igualdad de género. Bajo una mirada crítica, este trabajo se propone responder el siguiente interrogante: ¿Cómo el feminismo y la perspectiva queer impactan sobre los estándares de derechos humanos contribuyendo a dar contenido las sentencias judiciales? Analizaré la cuestión a la luz del primer fallo que trató la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires sobre reasignación de género, teniendo en cuenta un marco teórico cognitivista respecto del estudio del odio.