El presente informe reseña el proceso de desarrollo de una cartilla educativa para el abordaje de la reticencia vacunal y la promoción de la vacunación de las vacunas que forman parte del calendario nacional de vacunación. El diseño de este material tomó como punto de partida los resultados de un proyecto de investigación titulado “Beneficios y riesgos de la vacunación: un estudio comparativo de las percepciones de la población reticente y no reticente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y su incidencia en los niveles de cobertura vacunal” .
En Argentina, la vacunación que forma parte del calendario nacional de vacunación es gratuita y es una de las más completas de la región. En este sentido la estrategia de inmunización constituye uno de los puntos fundamentales de la política sanitaria desarrollada en los últimos años a nivel nacional. La caída en las coberturas de las vacunas de calendario se presenta como un fenómeno que se agudiza en Argentina a partir de la pandemia de SARS-CoV2. Este proceso de caída de las coberturas vacunales, a su vez, se potencia con el aumento de la circulación de contenidos, mensajes e informaciones erróneas y descontextualizadas por diferentes medios y redes sociales. Este contexto ha sido definido como de “Infodemia” por organismos internacionales (OMS/OPS).
La realización de esta cartilla educativa para la promoción de la vacunación parte de una perspectiva de la comunicación como estrategia para capacitar y movilizar a los equipos de salud. En esa línea, se parte del supuesto de considerar a la movilización como forma de garantizar el derecho a la salud (Bruno y Guerrini, 2014). De esta forma, el material diseñado tiene como objetivo convertirse en herramienta de trabajo en el marco de los equipos de salud para la promoción de la vacunación.
Los principales destinatarixs de esta cartilla son los equipos de salud del subsector público del sistema de salud. Indirectamente las actividades y dinámicas que se presentan en la cartilla apuntan a construir puntos de diálogo e intercambio con la población adulta considerada como decisora de la vacunación como práctica de cuidado, tanto en adultxs como en niñxs (Bruno et al., 2022).