Andy Clark se opone a la idea de que la teoría de los sistemas dinámicos puede explicar la mente humana, tesis que le atribuye al enactivismo de Varela, Thompson y Rosch. En este trabajo propongo una revisión de esta crítica a la luz de la propuesta enactiva posterior de Ezequiel Di Paolo, tomando como eje los conceptos de lo ausente y lo incorporado. Mi propuesta es que ambos autores comparten la idea de que las dinámicas materiales entre el cuerpo y el entorno no pueden explicar los estados mentales del ser humano, por dos motivos diferentes. En el caso de Clark, su distinción ontológica entre dinámicas materiales y estados mentales de Clark conduce a la imposibilidad de explicar los segundos a partir de los primeros. El caso de Di Paolo es más ambiguo: si consideramos que la idea de que la mente emerge de las dinámicas corporales implica una distinción ontológica entre mente y materia, entonces el motivo es idéntico al de Clark; mientras que si consideramos que esta distinción es metodológica y existe algún tipo de identidad entre estados mentales y corporales, entonces los sistemas dinámicos no pueden explicar la mente únicamente por la complejidad de las dinámicas materiales que la componen.