El trabajo de graduación “El mundo es un silencio” es una propuesta artística musical que vincula dos disciplinas: la música coral y la narración oral, pensando a ésta última como una herramienta que, en interacción con la música, permite reforzar el sentido que se despliega en la interpretación musical. En este contexto propongo trabajar sobre dos ejes centrales: la interpretación como construcción de sentido musical en un proceso colectivo de trabajo, y la poética entendida como corrimiento de la referencialidad en tanto línea de análisis del fenómeno musical. A través del diálogo entre la música de formato coral y narración oral se pretende evocar una aparente contradicción que invite a reflexionar sobre el mundo actual: el individuo frente a la comunidad. Así se enlazan el espanto y la ternura, la tragedia y la esperanza, la resignación frente a la resiliencia, lo simple hermanado con lo majestuoso.