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El Alto Valle de Río Negro, en el norte de la Patagonia, es la principal región productora de peras (Pyrus communis L.) para exportación de Argentina. La calidad de su producción la sitúa competitivamente en el tercer puesto a nivel mundial. Una de las causas de pérdida de productividad de peras es la fisiopatía asociada a manchas amarillo-marrón en la cara expuesta al sol y que se denominado comúnmente daño por sol. Este síntoma es considerado un defecto en la calidad del fruto y por lo tanto impacta en los rendimientos comerciales. Este desorden fisiológico se desarrolla debido a condiciones de elevada radiación solar y temperatura que provocan un desbalance oxidativo en los tejidos, afectando especialmente, la piel de los frutos que actúa como principal barrera biofísica. A pesar de la importancia de esta fisiopatía en la calidad de la fruta, no existen estudios en pera que profundicen el análisis de posibles cambios en la pared celular como respuesta al estrés por elevada radiación solar. Esta información podría proporcionar nuevos enfoques para comprender los mecanismos subyacentes que promueven el daño por sol y la capacidad de adaptación de los frutos. Agronómicamente, estos conocimientos podrían favorecer el desarrollo de estrategias para mitigar o reducir pérdidas productivas. Por esta razón, el propósito de esta tesis ha sido determinar el efecto del estrés por elevada radiación solar y temperatura sobre la pared celular de la piel de frutos de pera, con distintos niveles de daño por sol al momento de la cosecha y durante la maduración postcosecha. Asimismo, se evaluó el efecto de aplicaciones de calcio como estrategia para reducir la incidencia del daño por sol y determinar sus posibles efectos en el metabolismo de la pared celular frente a situaciones de estrés por elevada radiación solar. Para el desarrollo de la investigación se seleccionó la variedad Beurré D´Anjou, debido a que es la tercera más producida en el Alto Valle, y cuya orientación comercial se destina principalmente al mercado internacional. Por otra parte, es una de las variedades más susceptible al desarrollo de daño por sol debido a su cosecha tardía (primera quincena de febrero). Los ensayos se llevaron a cabo en plantas de pera en plena producción y los resultados presentados corresponden a los frutos recolectados durante la temporada 2018/2019. Los resultados indicaron que el daño por sol genera cambios a nivel morfológico, fisiológico, bioquímico y transcripcional en los frutos. Estas modificaciones expresan adaptaciones a las condiciones desfavorables del entorno, como incremento en la capacidad antioxidante (aumento de metabolitos y enzimas antioxidantes), modificación de la estructura de la pared celular (cambios en la distribución de ramificaciones de pectinas e incremento del contenido de hemicelulosas y de lignina) y aumento de la expresión de genes relacionados con la modificación de la pared celular (GAL; ARF, XET y EXP). Por otro lado, los resultados cuestionan la idea preestablecida de que frutos con daño por sol presentan un avance madurativo. Los frutos con y sin daño por sol no presentaron diferencias en la emisión de etileno durante la maduración y alcanzaron parámetros de madurez similares en el climaterio (periodo asociado a la madurez de consumo). Los frutos con daño presentaron durante la madurez mayor firmeza de la pulpa y un retraso en la solubilización y pérdida de cadenas laterales en pectinas de la piel. El mayor contenido de sólidos solubles y la disminución de la acidez en los tejidos podrían formar parte de cambios metabólicos necesarios para hacer frente a las condiciones estresantes. Asimismo, se comprobó que el blush desarrollado en la mejilla de frutos expuestos al sol corresponde a un tipo de daño por sol que presenta características similares al daño leve, al enmascarar los síntomas presentando tonos rojizos. Por lo tanto, se sugiere que frutos con daño por sol leve y blush sean tratados del mismo modo durante el manejo postcosecha. Finalmente, las fertilizaciones con calcio vía suelo redujeron la incidencia del daño por sol leve en pera Anjou, debido al incremento de la capacidad antioxidante en los frutos tratados. Además, promovió mejoras de calidad al atenuar la caída de la firmeza de pulpa y limitar la solubilización de las pectinas en la piel de los frutos.
Asesora académica: Lorenza Costa