Durante la Revolución Francesa, un grupo de particulares articulados triunfó sobre el absolutismo y, de este modo, la democracia-liberal comenzaría a tomar forma. Sin embargo, esta voluntad colectiva –como todas– estaba lejos de ser homogénea, ya que allí convivían liberales «clásicos» y liberales de tradición democrática. En este trabajo, se profundizará en la idea de «voluntad general» de Sur Julius Frobel, parte del segundo grupo mencionado, y su relación con el conflicto. Para esto, se trabajará en qué entendemos, ontológicamente, por Estado.Luego de este recorrido inicial que permitirá afirmar la inerradicabilidad del conflicto y la imposibilidad de un consenso total, se entenderá a todo objeto como objeto de discurso: las palabras son cargadas de sentidos a partir de batallas que se van dando en la sociedad. Estas disputas por la hegemonía no se dan en un terreno neutral, sino que hablamos de campos ya constituidos, pero siempre de manera precaria y contingente, es decir, permeable a disputas. En ese sentido, para comprender estas disputas que se dan en el día a día de nuestras sociedades, debemos preguntarnos por una de las nociones más trascendentales de las ciencias sociales y la comunicación política: la cultura.