El presente trabajo de investigación caracteriza la relación entre el arte rupestre de la localidad arqueológica La María y las prácticas de comunicación y circulación de información de las poblaciones pasadas de cazadores-recolectores. El repertorio, compuesto de 1590 motivos distribuidos en los 29 sitios arqueologicos que conforman el sector La María Quebrada, fue abordado en su dimensión temporal y espacial, indagando en los cambios y continuidades en ambos ejes. Las hipótesis generaron expectativas en torno a los diferentes usos del espacio y el correlato material esperado en las manifestaciones rupestres y los diferentes contextos de riesgo e incertidumbre y la información inscripta en los repertorios. Los resultados señalaron un rol activo del arte rupestre en la jerarquización del espacio y en la función de soporte para almacenamiento y circulación de información.