¿En qué momento los ingresantes a la Carrera de Arquitectura comienzan a “pensar como arquitectos”? ¿Qué prácticas de comunicación facilitan el pasaje a la cultura disciplinar y propician el saber considerado legítimo por la comunidad académica? Estos interrogantes motivaron una propuesta de trabajo práctico para la asignatura Comunicación 1 del Taller Vertical de Comunicación TV2, cátedra García, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata. La implementación de esta iniciativa pedagógica será sistematizada en el Trabajo Final Integrador, con el propósito de reconstruir la experiencia centrada en los procesos de afiliación intelectual y alfabetización académica de los/as ingresantes.
En la Carrera de Arquitectura, el Proyecto arquitectónico y urbano se concibe como un lugar de integración y síntesis de las áreas de conocimiento. La práctica proyectual se explora y configura en un campo preponderantemente gráfico, donde la relación del Proyecto con el dibujo resulta un vínculo cifrado para quienes ingresan. En el nivel inicial, el dispositivo Taller aborda la complejidad del pensamiento arquitectónico introduciendo nuestro principal objeto de enseñanza y aprendizaje. ¿Cómo hacer explícito un conocimiento que, por su propia naturaleza, se construye en la acción? Así, se plantea la dificultad para adquirir habilidades cognitivas en la construcción del conocimiento de nuestro principal objeto de estudio, la noción de espacio arquitectónico.
Los interrogantes iniciales encuadran esta problemática dentro de los procesos de afiliación intelectual de los ingresantes, entendidos como el paso hacia el dominio de formas de trabajo intelectual, conceptos, categorizaciones, discursos y prácticas propias del mundo académico (Casco, 2007). Asimismo, se retoma la noción de alfabetización académica (Carlino, 2005) para evidenciar el carácter implícito que adquieren las prácticas comunicativas en el ámbito universitario, entendidas como modos particulares de comprender las categorías disciplinares propias de su campo de estudio. Realizada entre 2011 y 2019, la propuesta presentó nuevas estrategias didácticas para el desarrollo de las prácticas de comunicación disciplinar, con la intención de mejorar estos procesos. En este contexto, se cuestiona cómo la introducción temprana de la convención gráfica gravita en la demarcación epistemológica de los marcos perceptivos que predisponen la visualización de los objetos arquitectónicos y urbanos, reconociendo también áreas de vacancia al pensar la innovación desde la perspectiva de los aprendizajes significativos.
La sistematización ofrece una oportunidad para visibilizar las prácticas de comunicación implícitas en los procesos de construcción del pensamiento arquitectónico en el inicio de la Carrera, analizar el rol de la convención disciplinar como dispositivo para la reproducción (habitus) y para la apropiación del saber legítimo de los ingresantes reconociendo áreas de vacancia en las prácticas de comunicación y explorando la mutación y emergencia de nuevos paradigmas que indican la necesidad de revisar los contenidos de Comunicación en el curriculum. Propone reconstruir, a partir de lo vivido, la complejidad, contradicciones, condicionamientos y los nudos problemáticos que atraviesan unas prácticas de enseñanza y aprendizaje fundamentales en esta etapa de pasaje a la nueva cultura universitaria, sensible a las tasas de desgranamiento.