En el año 2019 el dúo Amoeba conformado por Alejandro Sarriegui, Moritz Koch y el compositor argentino Luis Menacho (La Plata) comenzaron un diálogo colaborativo para la creación de un nuevo repertorio para el dúo. Comenzaron la búsqueda de trabajar nuevos enfoques escénicos y performativos que envuelven tanto el teatro musical como la práctica post-instrumental.
El proceso creativo y de puesta escénica del trabajo se vio interrumpido por la pandemia que paralizó al mundo en el 2020, pero a través de las plataformas como Zoom o Whastsapp se logró continuar el proceso creativo a pesar del ASPO. A lo largo de la colaboración mutua entre composición e interpretación, la selección de materiales y su desarrollo, se hizo posible la aparición de nuevos elementos discursivos que a su vez exigieron la formación de un equipo interdisciplinario.
Se convocó así a artistas de diferentes disciplinas para que hicieran sus aportes en una co-creación conjunta. El catalán Jaume Darbra Fa fue responsable de los visuales, Hernán Arrese Igor diseñó y construyó la escenografía donde se ejecutan las diferentes acciones performáticas y Lukas Novok, un artista sonoro alemán, fue responsable del diseño sonoro en vivo.
Seguidamente analizaremos diferentes aspectos de la obra señalando el marco teórico al que refiere. En primer lugar, observaremos cómo De humani corporis tematiza ciertos elementos técnicos clave de su lenguaje estético en el tratamiento del cuerpo humano como objeto musical a través de las ideas que prefiguró la compositora australiana Jessy Marino. El segundo concepto relevante en el que se basa la obra es el concepto de post instrumentalidad definido mediante los conceptos desarrollados por los percusionistas Hakon Stene, y Luise Devenish.
Por último la palabra del mentor de la obra, el compositor Luis Menacho quien nos detalla aspectos del proceso creativo.