Se ha hecho referencia en numerosas ocasiones al carácter revolucionario del psicoanálisis, retomando el impacto que el descubrimiento del inconciente tuvo a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo, asistimos en la actualidad a ciertos discursos que evidencian el esclerosamiento de algunos enunciados psicoanalíticos que, lejos de portar un efecto subversivo y emancipador, en muchas ocasiones evidencian posiciones acríticas y dogmáticas que no contribuyen con la compresión de los grandes problemas sociales y su incidencia en el padecimiento subjetivo.
En ese sentido, a los fines de tratar de recuperar algo de esa potencia transformadora e instituyente que el psicoanálisis tuvo en sus orígenes, nos proponemos trabajar algunos de los aportes de la psicoanalista argentina Silvia Bleichmar (1944-2007), quien se ha abocado a la tarea de revisar los fundamentos mismos del psicoanálisis con el propósito de sostener sus paradigmas desprendiéndolos del lastre.
En tanto autora situada históricamente en el contexto de producción latinoamericano, su obra resulta fecunda para comprender las problemáticas de las subjetividades contemporáneas. De su modelo sobre los orígenes y la organización del sujeto psíquico, nos interesa dar cuenta de los ejes relativos a: los orígenes de la materialidad psíquica; la constitución de la tópica yoica y el narcisismo como condición de posibilidad para el emplazamiento de un sujeto; y el surgimiento de la ética, la constitución del semejante y la inscripción de legalidades.