El aumento exponencial a nivel mundial del consumo de energía de origen fósil es una de las causas que más contribuye al cambio climático. En Argentina, aproximadamente el 59% de la energía se genera a partir de fuentes de origen fósil y el 34% del consumo de energía final corresponde al parque edilicio construido de los sectores residencial y comercial-público (Secretaría de Energía, 2022), por lo cual los edificios constituyen un escenario con potencial para conseguir ahorros de energía y emisiones. Además, la irrupción global de la pandemia de Covid-19 llevó a algunos sectores a incrementar su demanda, y en un marco de inestabilidad sanitario-ambiental creciente, con posibilidades de recurrencia, resultaría necesario realizar acciones que procuren reducir el consumo de energía y sustituir fuentes convencionales por renovables. En este contexto, los edificios para la salud, que pertenecen al sector comercial-público en el Balance Energético Nacional, son los que presentan el mayor consumo de energía por unidad de superficie, por lo cual se los reconoce como energo-intensivos. Esto se debe al uso continuado de equipos de climatización, con el fin de mantener niveles satisfactorios de confort térmico y de calidad del aire interior, así como a la utilización de iluminación artificial de forma continua junto con el equipamiento sanitario electromecánico. Se puede observar que, las demandas de energía para climatización están directamente vinculadas a los niveles higrotérmicos requeridos, a las características climáticas del lugar, y a la eficiencia energética de la envolvente edilicia, ya que los materiales que la componen son los que realizan el intercambio de calor entre el interior y el exterior.
En este trabajo se plantea analizar, proponer y evaluar estrategias tecnológico-constructivas para el mejoramiento de la eficiencia energética de la envolvente edilicia del sector salud, que contribuyan a lograr ahorros en términos de demanda de energía, al mismo tiempo que se mejoran las condiciones de habitabilidad. Para ello, se planteará una metodología que permitirá, en primer lugar, identificar y cuantificar los indicadores relacionados con el consumo energético que tienen mayor incidencia en el ahorro energético y la habitabilidad, tanto a nivel establecimientos (hospitales) como a nivel de las áreas que los componen, así como también, analizar la situación tecnológica-constructiva de la edilicia existente del sector salud.
A los efectos de implementar estrategias a escala masiva (red de hospitales), se considerarán las soluciones tecnológico-constructivas más frecuentes y/o representativas para cada componente de la envolvente (muros, ventanas y techos) por área hospitalaria, para luego, proponer mejoras orientadas al reciclado edilicio integral de la envolvente edilicia, a partir de técnicas de “diseño pasivo”. Las propuestas de mejoramiento serán comparadas entre sí mediante una evaluación multicriterio, con el objetivo de determinar las estrategias óptimas. Finalmente, luego de identificar las propuestas de mejoramiento más eficientes, se realizará una estimación del ahorro energético que supondría la adopción de cada una de ellas tanto a nivel de las áreas hospitalarias, como de los establecimientos; y, por último, se realiza un ejercicio de expansión a la red de salud en estudio (total de los establecimientos).