Una historia de aventura y misterio. Cuatro jóvenes se adentran en el bosque buscando aventuras. Sin darse cuenta, llegan a un castillo abandonado, donde suponen encontrar solo ruinas y silencio. Sin embargo, la aparición inesperada de Dorotea, transforma el ambiente, iniciando una experiencia que altera por completo su percepción de la realidad, donde se introduce una atmósfera visual que enfatiza la dualidad en la figura de Dorotea: alguien que podría ser amable y amigable, pero que también puede parecer inquietante y extraña en la percepción de los jóvenes. Las imágenes permiten ver el mundo desde la perspectiva alterada de los jóvenes, donde Dorotea puede percibirse como una presencia ambigua entre lo amable y lo inquietante.