Juan está enamorado de Tamara, una niña de once años alegre y sensible. Él busca impresionarla con sus mayores destrezas, sin embargo ella parece no prestarle atención. Con la intención de mantener su esencia romántica e inocente, se ilustró un cuento inspirado en historietas del estilo de Sarah Kay, incorporando elementos gráficos como postales y estampillas.