Este relato cuenta la historia de una mujer mayor que, cada amanecer, contempla el pasado y el presente desde su ventana. Con mirada melancólica, recuerda los momentos dorados de su juventud, cuando era una artista llena de vida y creatividad, capaz de plasmar en sus lienzos sus sueños y emociones. Aunque hoy su cuerpo ya no le permite pintar, conserva consigo una "llave dorada" que abre el baúl de sus recuerdos, llevándola a un mundo imaginario donde habitan seres mágicos y escenas de fantasía, que la reconfortan y le devuelven la esperanza.Para ilustrar el cuento, se emplearon técnicas de ilustración digital, destacando colores y detalles que evocan la riqueza de sus memorias y la magia de su imaginación.