A partir de estos trabajos y experiencias sostenemos que las interacciones orales en las aulas actuales muestran recurrentemente cómo los estudiantes refieren a una amplia variedad de consumos culturales (Cuesta 2010, López Corral, 2019) como las películas de Hollywood, la música popular, los memes, los programas de televisión con sus chismes del mundo del espectáculo, las aplicaciones de Internet, o incluso a otras lecturas literarias o actividades realizadas en años anteriores en ámbito escolar; referencias culturales que no solo demuestran la presencia constante de la oralidad sino que también conforman el entramado de los discursos mediáticos en el que jóvenes y adultos tomamos nuestras posiciones discursivas en la hegemonía de lo pensable (Angenot, 2010).