El Trabajo Final de Carrera y las Prácticas Profesionales Supervisadas han sido los lugares privilegiados para la formación en el oficio de hacer ingeniería en las carreras de grado. Aún así, podemos afirmar que todas las cátedras, más allá del espacio curricular en el que anclan, se ocupan de manera implícita o explícita de la práctica profesional en alguna de sus dimensiones: conocimientos técnicos, normativas, saberes de la experiencia y juicios sobre el buen hacer ingeniería.
Los contenidos que hacen eje en la práctica profesional se pueden abordar a lo largo del trayecto curricular seleccionando situaciones de intervención de lxs ingenierxs que aporten elementos para entender, pensar, sentir, experimentar el oficio. Apelar a situaciones de prácticas profesionales (por ejemplo, a través de observaciones de situaciones de intervención ingenieril reales y simuladas, registradas en relatos, casos, o videos) con las que es necesario familiarizarse antes de la intervención profesional propiamente dicha, permitiría a lxs estudiantes realizar aproximaciones a confrontar, discutir, analizar recurriendo a las distintas teorías, esbozar y diseñar posibilidades de respuestas tecnológicas. De este modo, la práctica profesional dejaría de ser una preocupación exclusiva de las cátedras de Trabajo Final o lxs tutores de las PPS, para pasar a atravesar con imaginación los distintos trayectos del currículum.
Sumamos a lo anteriormente dicho una lista de sentidos (comunes o no tan comunes) sobre la noción de práctica profesional. Se trata de referencias que circulan en el ámbito universitario y que nos permiten visualizar su complejidad curricular. En las notas siguientes cada autor/a desde el lugar que ocupa en la carrera y en la institución se detendrá en algunos de estos sentidos.