El uso de indicadores permite monitorear el funcionamiento normal del suelo, sus cambios y determinar tendencias de deterioro o mejora en la calidad de este. El objetivo del presente trabajo fue la evaluación de la calidad de un suelo identificado como Paleudol, mediante el análisis integrado de un conjunto de indicadores. Se compararon dos secuencias de cultivo en lotes linderos, Lote 5 (L5) y Lote 7 (L7), ambos realizados bajos SD, comparándolos con un testigo (T) equivalente a la posible situación prístina del suelo., en tres profundidades, de 0-5cm, 5-10cm y 10-20cm. Se determinaron: pH; conductividad eléctrica; carbono orgánico oxidable (COo); carbono particulado fracción gruesa (COpg) y fracción fina (COpf); estabilidad estructural (EE) a través del valor del diámetro medio ponderado (DMP) de los agregados y fósforo extractable, y se conformó un conjunto mínimo de indicadores (CMI) de calidad de suelo, con “valores iniciales” (VI) obtenidos del T y valores umbrales (Vu) para realizar un monitoreo y detección de posibles impactos negativos, efectuando una sistematización de los indicadores, normalizando los datos obtenidos, según una escala de 0 a 8. De 0-5cm en L5 se evidencia la diminución del carbono oxidable (Coo), de su fracción asociada a partículas gruesas y la correspondiente a partículas finas, la cual se correlaciona en forma directa con la pérdida de estabilidad estructural de los agregados, y en L7 hay una disminución de Pext consistente con un manejo sin reposición. De 5-10cm, tanto en L5 como en L7 se produjeron modificaciones negativas en la estabilidad estructural. De 10-20cm continua la perdida de estabilidad estructural para ambos lotes. En esta profundidad también se ve una disminución del CO hasta los Vu. Se puede concluir que el CMI ha puesto de manifiesto diferencias significativas entre los efectos de dos secuencias de cultivos distintas, en un Paleudol vértico.