En español
El 8 de diciembre de 1974 se realizó en la capital catamarqueña una procesión en honor a la Virgen del Valle. En horas de la tarde, la sagrada imagen era acompañada por miles de personas cuando se escuchó un potente ruido que indujo una repentina huida de los fieles al grito de “¡Se vienen los subversivos!”.El hecho no era para nada sorpresivo. Los que corrían creyeron que estaban ante la presencia de un atentado explosivo.En las semanas previas a la celebración habían circulado trascendidos, informaciones periodísticas y declaraciones que alertaban sobre una agresión “terrorista”. Según indican algunos testimonios, la mayoría de los fieles estaban inmersos en una “psicosis colectiva” inducida por una ola de rumores sobre la presencia de guerrilleros en la provincia.Casi medio siglo después, lo ocurrido sigue sin ser recuperado por las políticas de la memoria del Estado provincial o por los relatos de las organizaciones de derechos humanos, aun cuando este hecho, a priori, reunía todas las condiciones para ser evocado como un símbolo de la violencia política que se vivió en Catamarca.En este trabajo exponemos algunas posibles explicaciones para este “agujero” en los relatos testimoniales o académicos sobre nuestro pasado reciente local y, a partir del análisis de fuentes periodísticas y de testimonios orales, proponemos una narrativa sobre el episodio que, esperamos, contribuya a su adecuada contextualización histórica.
En inglés
On December 8, 1974, a procession was held in the capital of Catamarca in honor of the Virgen del Valle. In the afternoon, the sacred image was accompanied by thousands of people when a loud noise was heard that caused the faithful to suddenly flee, shouting “The subversives are coming!”.The event was not at all surprising. Those who were running believed they were in the presence of an explosive attack.In the weeks prior to the celebration, rumors, press reports and statements had circulated that warned of a “terrorist” attack. According to some testimonies, most of the faithful were immersed in a “collective psychosis” induced by a wave of rumors about the presence of guerrillas in the province. Almost half a century later, what happened has still not been recovered by the provincial State's memory policies or by the accounts of human rights organizations, even though this event, a priori, met all the conditions to be evoked as a symbol of the political violence that took place in Catamarca.In this work we present some possible explanations for this "hole" in the testimonial or academic accounts of our recent local past and, based on the analysis of journalistic sources and oral testimonies, we propose a narrative about the episode that, we hope, will contribute to its adequate historical contextualization.