A lo largo de la historia del estudio y del pensamiento sobre el cine y las artes audiovisuales, el sonido ha padecido durante largo tiempo una situación desfavorecida. Cierta inclinación oculocéntrica ha llevado demasiado a menudo los acercamientos por los territorios que atañen a los ojos. Casi como si referirse al campo de las imágenes debiera comportar un ajuste en términos de experiencias de visión y mirada. Pero, desde la era de los inventos pioneros, la actividad conjunta de la mirada y la escucha estuvo inscripta tanto en el diseño de aquellas máquinas como en la posibilidad de que los espectadores aunaran lo óptico y lo acústico en busca de nuevas aventuras en la vida de las imágenes.
En el presente, un horizonte asentado en estudios sobre lo sonoro no sólo estudia el cine y las artes audiovisuales contemporáneas bajo nuevas perspectivas, sino que revisa entero el decurso histórico de ellas, arrojando nuevos conocimientos. Hemos atravesado una docena de números de Arkadin y es momento, pues, de dar lugar a algunas aproximaciones, en un eje temático que abarcará esta edición y la siguiente.