La medida de la calidad de vida relacionada con la salud cobra un particular interés en el escenario de las enfermedades en las que se ha conseguido una supervivencia prolongada mediante intervenciones terapéuticas específicas. Se plantea un abordaje interdisciplinario en la atención del paciente con VIH/SIDA, donde la relación entre la comunicación del diagnóstico y el establecimiento de una especial relación entre médico y paciente fortalece la aceptación de esta nueva condición y la adherencia al tratamiento.