Las urgencias y emergencias hipertensivas son un grupo heterogéneo de situaciones caracterizadas por un aumento de la presión arterial (PA) capaz de producir alteraciones estructurales o funcionales en los tejidos. Aunque no son los valores absolutos de TA los que definen el cuadro, es frecuente observar valores de presión sistólica y diastólica superiores a 180/ 120 mm Hg respectivamente (Varon J- Whelton PK- Lau E, M-Peixoto A).
Más que el valor de presión arterial, lo que condiciona la crisis hipertensiva (CH) es la velocidad de incremento y el porcentaje de elevación de PA con respecto a su basal. Por consiguiente, valores más bajos de TA pueden causar una CH en ciertas circunstancias, como ser en niños con glomerulonefritis aguda, que pueden desarrollar encefalopatía hipertensiva con valores de 150/100 mm Hg. Por el contrario, podemos observar pacientes HTA crónicos mal controlados con aumentos graves de PA sin efectos CV importantes (Varon J- Whelton PK- Lau E, M-Peixoto A).