El vocablo quechua huaca, (equivalente también a “guaca”), o en aymara huaka (huacca o waka) remite a un concepto móvil y polisémico, al que aluden numerosas fuentes documentales del período colonial entre los siglos XVI y XVIII, y su uso puede hacerse extensivo hasta el día de hoy. Este concepto aparece tempranamente en las crónicas andinas.