El cultivo de tomate (Solanum lycopersicum) a nivel mundial abarca un total de 5.030.545 hectáreas, en Argentina, la producción promedio anual de los últimos años se ubica en torno a 1.100.000 toneladas. Es una hortaliza de origen subtropical, cuya temperatura óptima se ubica entre 20 y 25 ºC, con un cero vegetativo entre 6 a 10 º C. Las fluctuaciones de temperatura diurna-nocturna, benefician su desarrollo. Los bioestimulantes agrícolas actúan sobre los procesos bioquímicos naturales de la planta, ayudando a impulsar el crecimiento, la calidad y la productividad de las cosechas. El objetivo de este trabajo fue estudiar el efecto de la aplicación de bioestimulantes formulados en base a micorrizas, y macro y microelementos quelatados en el crecimiento y producción de las plantas de tomate cultivadas bajo cubierta. El ensayo se realizó en un invernadero parabólico con riego por goteo ubicado en la Estación Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (34° 58´S, 57° 54´W). Se usaron plantines de tomate var Eterei (Seminis®). Los tratamientos fueron: Testigo y aplicaciones de bioestimulantes en momentos y dosis recomendadas por el fabricante. Se determinó: altura de plantas, diámetro de tallo en cuello; fases fenológicas, Radiación Fotosintéticamente Activa, número y peso de frutos por planta, y peso y número de frutos por categoría comercial. En términos generales no se observaron diferencias en altura de planta, en el diámetro del cuello, radiación interceptada, rendimiento en peso y número de frutos por planta ni por categorías comerciales. Los frutos más abundantes fueron los de segunda con un peso medio de 112,3 g. Los resultados no manifestaron una mejora sustancial con respecto a los cultivos sin tratar; posiblemente no se dieron las condiciones propicias para la colonización, desarrollo y proliferación de las micorrizas que facilitara la absorción de los micro y macronutrientes (productos A y B).