La presente investigación analiza las portadas de la revista Vamos a Andar, la cual funcionó como principal medio de difusion de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) entre 1986 y 1991. En el contexto de la posdictadura argentina, estas portadas articularon nuevos modos de existencia y deseo, imaginando futuros posibles para las disidencias sexuales. Por lo tanto, interesa pensar las imágenes en su potencia performativa y su capacidad para intervenir en el presente, torciendo las formas impuestas y proyectando otras posibilidades.