La evaluación de la pelvis y el raquis se realiza en el plano frontal (posterior y anterior), sagital y axial, este último es menos accesible. Los pacientes pueden estar de pie, sentados o acostados para facilitar la evaluación.
Se realizará la descripción del examen físico con la cronología enunciada en el cap. 4, aunque muchas veces la inspección, palpación y algunas maniobras se realizan en conjunto en cada postura.
Al igual que en el resto del aparato locomotor, la exploración será diferente en un paciente que ingresa caminando al consultorio, a otro que en una sala de emergencias es traído extricado en tabla de traslado por un trauma de alta energía.
Detallaremos la revisión física en el consultorio, en el que la cronología habitual se inicia con el paciente de pie y el examinador posicionado por delante, por detrás y al costado, luego se le solicita caminar, para proseguir en posición sentada y por último en decúbito ventral y dorsal, y a veces incluso lateral.
La evaluación del raquis incluye la fuerza muscular, la sensibilidad y los reflejos de los cuatro miembros para complementar la fase de evaluación neurológica. Por lo que suele ser una de las exploraciones más prolongadas del aparato locomotor. Para optimizar el tiempo, en cada posición se realizan diferentes fases.