Como consecuencia de un traumatismo el hueso puede responder de tres formas: 1) altera su morfología con una solución de continuidad o fractura visible en Rx. 2) la morfología parece estar conservada en Rx, pero se constata edema óseo en RM. 3) se incurva sin lesiones de las corticales.
La existencia de una solución de continuidad significa que hay una fractura. Es la lesión más frecuente y conocida de los huesos.
Si bien todas las fracturas se acompañan de cambios químicos registrables por RM, se suele usar el término edema óseo para aquella situación de cambios en la señal de RM sin alteración en la Rx.
La posibilidad de curvarse del hueso, “incurvación plástica” es una muy rara lesión traumática que sólo se ve en la población infantil.
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