La afectación traumática de las articulaciones es por lo general cerrada y el daño se relaciona con movimientos que van más allá del límite fisiológico, provocando pérdida de la congruencia articular de distinto grado (esguinces, luxaciones). En forma más rara puede presentarse como una lesión abierta con comunicación de la articulación con el exterior, como son las heridas por armas de fuego o elementos cortantes.
Hay situaciones en que las lesiones articulares se combinan con lesiones óseas, constituyendo fracturas-luxaciones.