Entre todas las injurias proferidas contra el Restaurador de las Leyes llamó la atención que en su época los unitarios exiliados en Montevideo lo hayan comparado en sus escritos con un émulo del Conde Drácula, el personaje de Bram Stoker. La disputa entre unitarios y federales alcanzó su punto álgido con el bloqueo francés al puerto de Buenos Aires entre 1838 a 1840. A eso se sumaron intrigas palaciegas desde la Legislatura bonaerense, junto a algunos miembros de la Asociación de Mayo, tratando de deponer a Rosas. Otras figuras de la Generación del ’37, aunque descontentos con el Gobernador, se los presionó a exiliarse a Montevideo. La producción de sentido de periódicos y sueltos fue abundante como arma ideológica para combatir la figura de Rosas por parte de los unitarios exilados, quienes fueron más explícitos y efectistas en su crítica al gobernador bonaerense, valiéndose de imágenes y metáforas de oscuridad, monstruosidad y sangre desde las páginas de El Grito Argentino (1839) y Muera Rosas (1841 – 1842). La idea es analizar esos periódicos, donde se explicitaron dibujos y referencias que representaron a Rosas con un gótico bebedor de sangre a la usanza de Bela Lugosi o del personaje de la saga Crepúsculo.