Cuando desde la Coordinación de Derechos Humanos y la Dirección de Escritura pensamos en homenajear a las y los 35 compañeros de la Facultad de Artes (UNLP) detenidos, desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado, la intención era reponer, al menos como atisbo, la fuerza vital y el arrojo de esa generación. Con esta idea, invitamos a 70 artistas y docentes de nuestra casa de estudios a producir imágenes visuales y textuales que buscaran capturar, de algún modo, ese impulso en la sangre, ese fulgor. La premisa fue construir retratos vivos, eludiendo las fotos carnet en blanco y negro y las crónicas ancladas únicamente en datos y circunstancias.