En la universidad, los modelos tradicionales de evaluación centrados en la calificación, están siendo reemplazados por otros enfoques como el de evaluación para el aprendizaje, formativa o auténtica, donde la tecnología brinda un abanico amplio de posibilidades que facilitan el debate e intercambio de los estudiantes entre sí y con el docente. El objetivo de esta propuesta fue repensar la evaluación desde una función formativa, mediante una secuencia didáctica, orientada a la adquisición de conocimientos disciplinares, competencias comunicativas, digitales y de trabajo en equipo, estimulando la creatividad y los saberes experienciales. Concluimos que la sistematización de la evaluación para el aprendizaje, mediante instrumentos de autoevaluación y coevaluación, incluyendo el uso de recursos virtuales, promueve un aprendizaje significativo, útil, reflexivo y una evaluación más democrática.