A partir de la declaración de Alma Ata, (1978) apadrinada por organismos internacionales como la OMS y UNICEF y la participación de más de 100 ministros de salud de todo el mundo, quedó establecido que para llevar a cabo la política de “Salud para todos en el año 2000” era necesaria una estrategia específica.
La Atención Primaria de la Salud (APS) conquistó ese lugar obteniendo un amplio consenso internacional en pos de garantizar el derecho a la salud en forma universal. Su principal objetivo fue alcanzar el mayor nivel de salud posible con base en la equidad, la solidaridad y la participación entre otros principios básicos.
En el presente trabajo intentaremos situar algunas complejidades que la estrategia genera en su andar. Comenzaremos el desarrollo de sus postulados iniciales, principios, metas y propósitos, así como también su giro conceptual y práctico hacia una propuesta de atención selectiva. Por otro lado, retomaremos la proclama de su renovación hacia el 2007, e intentaremos contextualizar su llegada a nuestro país, para concluir con algunos interrogantes como aporte a los procesos de intervención profesional del Trabajo Social que se desarrollan en el campo de la salud.