Si bien la enseñanza e investigación de la filosofía china no debería necesitar una justificación diferente de los argumentos clásicos que se han esbozado a favor del estudio de la filosofía, el hecho de su escasa o nula inclusión en los programas de estudio de las universidades latinoamericanas presenta el desafío de introducir su estudio en un contexto eurocéntrico de larga data. Defendemos que es posible encontrar elementos valiosos en los marcos teóricos que ofrecen la filosofía comparativa, los estudios poscoloniales y la filosofía intercultural, pero a la vez sostenemos que existen particularidades de la filosofía china que hacen que no se ajusten por completo a los desafíos que se enfrentan al abordarla. Nuestro principal argumento para abogar a favor de la justa inclusión de la filosofía china de modo transversal y con el mismo estatus que otras producciones filosóficas es el enriquecimiento que esto supone para la formación de estudiantes e investigadores. La naturaleza dialéctica de la filosofía hace que se profundice notablemente su capacidad al variar la diversidad de los dialogantes y las lenguas en las cuales se expresa.