Los derechos reproductivos de las mujeres chinas siempre han sido uno de los objetivos regulatorios de las políticas del gobierno chino, ya que una de las formas de controlar y reducir el continuo crecimiento de la población era regulando y limitando estos derechos. Así, las mujeres han estado expuestas, desde la década de 1950, a una serie de limitaciones a la hora de ejercer sus derechos reproductivos y así formar su propia familia.
Con el tiempo, estos derechos se han ido ampliando, alcanzando completa libertad e independencia para cada mujer a la hora de concebir un hijo. Sin embargo, las consecuencias de estas limitaciones del pasado están muy presentes hoy y afectan a toda la población china.
Poco a poco, China va abriendo sus fronteras y, en el ámbito de la igualdad de género, no iba a ser menos. En los últimos años se han promulgado varias leyes para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, así como garantizar los derechos reproductivos. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para seguir avanzando hacia la equidad y justicia total para todos.