Desde comienzos del siglo XV los portugueses salieron de la Península Ibérica para dirigirse hacia lugares remotos provocando un desequilibrio dentro de la nación. Semejante sangría poblacional produjo en Portugal consecuencias demográficas notables y el resultado de esta expansión ultramarina marcó su huella: un país pequeño, medianamente poblado, que en poco más de cien años construyó un imperio de dimensiones extraordinarias muy difícil de sostener debido a sus pocos brazos disponibles. Este peso condicionó la situación social, política y económica del país por mucho tiempo. El presente trabajo indaga los motivos que llevaron a los portugueses a salir de su terruño y a instalarse en múltiples destinos en el espacio atlántico. Dentro de esos motivos indagamos también el debate historiográfico que generó, entre los autores portugueses, las diversas interpretaciones de un fenómeno tan importante y estructural para la pequeña nación ibérica, como también los diversos destinos que actuaron como foco de atracción para este caudal migratorio hacia fines de la modernidad.