En lo que hace a la educación en general, analizaremos la dimensión política de los proyectos propios de diferentes momentos que han marcado nuestro sistema educativo, en el campo artístico particular, analizaremos dicha politicidad a través de la presentación de concepciones de educación artística que se fueron consolidando y configurando en el tiempo, en relación a sus contextos, y que perduran hasta la actualidad disputando sentidos. Esto se debe a que la educación artística no ha sido considerada como un área prioritaria, por lo que no siempre hubo definiciones explícitas respecto de la misma en la política educativa. Que haya habido períodos en los que no se tomaron decisiones al respecto, no significa la vigencia de cierta neutralidad; en este caso, más bien habla del lugar de desvalorización del área, dando prioridad a otros aspectos de la cultura. Ya nos hemos referido a que toda propuesta educativa implica una dimensión política, un proyecto con una direccionalidad, con mayor o menor deliberación.
Por ello, ordenaremos el análisis en cuatro concepciones de educación artística que desarrollaremos a lo largo de estas páginas. Todas ellas, originadas en un tiempo y un espacio determinado, bajo influencias de diversa índole que oportunamente iremos presentando, y que se prolongan en el tiempo, con mayor o menor vigencia o incidencia de acuerdo también con los distintos niveles educativos.