Con treinta años de experiencia en la enseñanza-aprendizaje de la Parasitología Clínica, en la carrera de Bioquímica y cinco en Medicina, más que una exposición referida a metodología de la enseñanza, deseo realizar algunas reflexiones que me preocupan.En este tiempo, he podido detectar numerosas fallas en el conocimiento de las enfermedades parasitarias, por parte de Médicos y Bioquímicos, que repercuten directa y gravemente en el diagnóstico sobre el paciente, con las consecuencias que, para cada caso en particular, se desprenden. Últimamente he podido ver que algunas Facultades, dictan una Parasitología (en carreras como Bioquímica o Medicina) molecular. Yo pregunto: cómo realizarán el diagnóstico que a cada uno le compete si desconocen la Parasitología Básica, los signos y síntomas de cada parasitosis, su epidemiología y la forma de diagnosticarlas?. Cómo vamos a enseñar (y con el agravante de hacerlo con baja carga horaria) una Parasitología Molecular si no conocen al parásito y sus vectores u otros hospedadores?. En otros casos, se dicta con otra asignatura, con lo cual el tiempo, mínimo de un cuatrimestre, se reduce a dos meses, y muchas veces ésto depende de la orientación del Docente, que puede ser Especialista en la otra mitad de la Asignatura, con lo que, inconscientemente ese 20% se transforma en un 15 o 10%. Es cierto que las parasitosis son más prevalentes en las clases menos pudientes, desnutridas, sin cobertura médica y que viven en la desesperanza de lograr una vida mejor, pero, acaso no tienen derecho a la salud?. Si desde la Academia no formamos Profesionales de la Salud con una visión integral y sensibilidad social, no nos rompamos las vestiduras luego, cuando una máquina nos remplace y los índices de morbilidad y mortalidad por enfermedades de origen parasitario aumenten en el mundo, por falta de conocimiento, control, medicamentos y, por sobre toda las cosas, sensibilidad social.