.Con los ojos abiertos. Escrituras de lo visual en poetas sudamericanas, de María Lucía Puppo, publicado en Madrid Iberoamericana/Vervuert, es un libro que, a partir de las obras de las poetas uruguayas Amanda Berenguer y Marosa Di Giorgio, las chilenas Cecilia Vicuña y Elvira Hernández y las argentinas Alejandra Pizarnik, Juana Bignozzi y Alicia Genovese, interroga en profundidad los vínculos entre poesía de mujeres y visualidad en la modernidad cultural latinoamericana. Se trata de una relación que, yendo más allá de la écfrasis tradicional, donde una poesía describe una pintura, da lugar a intercambios productivos que posibilitan la emergencia de múltiples poéticas y políticas de la mirada.
El enfoque desde el que se posiciona este estudio parte del supuesto de que, a diferencia de los lenguajes instrumentales, que transmiten información factual sobre el mundo, la poesía moderna no pretende hablar de aquél directamente, ni siquiera de la manera programática como lo hicieron en el pasado los vates visionarios.
Sin embargo, al mismo tiempo, la poesía afirma un poder propio que se afinca en la capacidad que tienen las voces y sujetos que la habitan para referir algo sobre la realidad: “una visión, una idea, un suceso, una frase, un tono, un recuerdo” (Puppo, 2024, p. 163), dice la autora. De esta forma, “[c]omo le ocurre al pintor frente a la tela en blanco, cada poeta se enfrenta con ese vacío que constituye la lengua despojada de su uso automático y utilitario” (Puppo, 2024, pp. 163-164). Al mismo tiempo, desde esa precariedad o desapoderamiento, la poesía emprende la difícil tarea de modelar ciertos actos de ver que ofrecen perspectivas sobre la experiencia del ser y estar en el mundo, generalmente rescatando voces o vivencias silenciadas o invisibilizadas por los sistemas de poder.