En español
En este texto procuramos dar cuenta de las implicancias geopolíticas del momento socio-histórico que estamos viviendo, en particular, para nuestros cuerpos y territorios situados en el Sur Global. En primer lugar, caracterizamos brevemente los elementos históricos inéditos y las continuidades de las expresiones de la derecha a nivel mundial. En segundo lugar, siguiendo a distintas pensadoras palestinas, retomamos su concepto de genocidio reproductivo, para comprender las características del proyecto fascista actual, siendo el ataque a Palestina una violencia “ejemplificadora”. En continuidad, el concepto de capitalismo racial y racismo ambiental, nos permiten articular distintos hechos que pueden resultar desconectados, pero que situamos bajo una misma lógica de ocupación capitalista - colonial. Por último, nos interesa reivindicar la política como espacio de construcción colectiva, donde lo común puede ser resguardado. Producir, teórica y políticamente, desde las contingencias, arremete fácilmente contra una vocación de esperanza, pero es entonces cuando lo urgente se vuelve inevitable y el pesimismo de la voluntad y la fuerza de la bronca organizada, pueden ayudarnos a despejar el horizonte.
En inglés
This text explores the geopolitical implications of our current socio-historical moment, particularly for bodies and territories in the Global South. It examines the rise of right-wing movements globally, engaging with Palestinian thinkers to analyze the concept of reproductive genocide as a key aspect of contemporary fascism, with the attack on Palestine serving as an “exemplary” violence. Additionally, the text connects racial capitalism and environmental racism as concepts situated under the same logic of capitalist-colonial occupation. Finally, it advocates for reclaiming politics as a collective space to safeguard the common good. Theoretical and methodological production in a context of political contingency may easily challenge a vocation of hope, yet it is precisely in such moments that urgency becomes inevitability, and the pessimism of the will, alongside the strength of organized anger, can help us envision alternative futures.