Este capítulo pretende, entonces, reseñar estas dos décadas fundantes de la historia de la homosexualidad, como un campo con relativa especificidad dentro de la historiografía, con el objetivo de destacar las notas salientes de tal configuración y delinear algunos problemas que, según nuestro criterio, continúan filtrándose en la compleja relación entre historia y deseo sexual. Como veremos, esto no significa que no haya habido, anteriormente, cierta historización general de la sexualidad y, en particular, de la homosexualidad. Pero se trató más bien de intentos aislados y marginales o realizados en el marco de otras disciplinas, con otros fines. Como afirma Jeffrey Weeks (1998), se escribía mucho sobre la “sexualidad”, pero el conocimiento histórico al respecto era insignificante. Hasta la década de 1970, el sexo era “marginal” con relación a los “amplios terrenos de la historia ortodoxa”; quienes se aventuraban en el campo “tendían a presentar generalizaciones transculturales (…) o bien a incluir el tema bajo rótulos más neutrales y aceptables” (Weeks, 1998, p. 23).