El aumento de la resistencia bacteriana a los antimicrobianos (RAM) tradicionalmente utilizados, se incrementó a través de los años, lo que dificulta la selección de los mismos para ser utilizados de manera empírica, o dicho de otro modo, la posibilidad de predecir de manera fiable la sensibilidad antimicrobiana para el tratamiento del hospedador infectado por parte de los profesionales de la salud encargados de la prescripción de los mismos.
Como consecuencia, la realización de la/s toma/s de muestra/s del sitio de infección, del aislamiento e identificación del o de los agentes patógenos involucrados y las pruebas in vitro de sensibilidad a las antimicrobianos (PSA), son imprescindibles en la actualidad, para la elección e implementación del antimicrobiano correcto. Esto determina, en el concepto de Una Salud, que las PSA influyen de forma importante en las directrices generales que deben seguirse a nivel mundial para un uso prudente de los antimicrobianos. Además, determina que los médicos veterinarios tengan que basarse más en los datos de las PSA in vitro y pone en relieve la importancia del laboratorio de diagnóstico en la práctica clínica.
Los objetivos de las PSA in vitro, utilizando métodos validados, consisten en proporcionar datos predictivos fiables de cómo un microorganismo es probable que responda a una terapia antimicrobiana en el hospedador infectado, como también, realizar una evaluación con fines de vigilancia para averiguar el desarrollo de resistencia. Este tipo de información ayuda a los clínicos a seleccionar el antimicrobiano (ATM) apropiado, ayuda en el desarrollo de la política de uso de los mismos y proporciona datos para una vigilancia epidemiológica. Los datos de esta última constituyen un punto de partida para elegir adecuadamente un tratamiento empírico o tratamiento de primera línea, y para detectar la aparición y/o la diseminación de cepas bacterianas resistentes, así como de determinantes de resistencia en diferentes especies de bacterias (OIE, 2019).
Los métodos para la detección de genes de resistencia a los antimicrobianos son utilizados en la actualidad, aún, casi exclusivamente con fines de investigación, los cuales proporcionan datos adicionales relevantes para los programas de vigilancia y seguimiento epidemiológicos.
Cuando se utilizan junto con análisis fenotípicos de las PSA tradicionales de laboratorio, prometen un aumento de sensibilidad, especificidad y rapidez en la detección de genes de resistencia específicos conocidos.