Se considera que todas las plantas terrestres descienden de un antepasado común, un grupo de algas acuáticas, y para adaptarse al nuevo ambiente tuvieron que desarrollar estructuras para regular la pérdida de agua: los estomas y la cutícula (Capítulo 2). Las plantas terrestres incluyen a las Briófitas (musgos) y a las plantas vasculares que tienen tejido de conducción (xilema y floema) especializado en el transporte de agua y nutrientes (Capítulo 2). En este capítulo, nos vamos a concentrar en la reproducción de las plantas vasculares, que comprenden tres grandes grupos: las Pteridofitas, las Gimnospermas y las Angiospermas.