Concebida como un proyecto comercial de carácter masivo, Atlántida operó con imágenes y textos mediante estrategias que alternaban un registro de comunicación “culto” y uno “popular”. El propósito de este análisis es centrar la atención sobre ese peculiar dispositivo que articuló un manejo humorístico de la ilustración, escritos sobre arte y parodias al sistema de las artes. Sin embargo, se verá que también sostuvo el respeto por los cánones estéticos y los valores sociales, al mismo tiempo que introdujo un intento de comprensión de los nuevos lenguajes artísticos durante la segunda década del siglo xx. En este sentido, se abordará el magazine sin la pretensión de un análisis exhaustivo de sus aspectos materiales y de sus contenidos, sino con el objeto de revelar esos mecanismos; para ello, se observará el papel que cumplieron las caricaturas sobre arte, los criterios de selección de la imagen de tapa y la introducción de la crítica especializada, para focalizar, por último, un momento álgido de los debates locales: la exposición de Emilio Pettoruti en la galería Witcomb en octubre de 1924. Por este camino, se busca reflexionar sobre las estrategias de promoción artística que impactaron en el desarrollo del consumo para el cual el humor resultaba un componente clave; en este sentido, se pensará la revista como dispositivo para la divulgación de imaginarios que moldeaban la sensibilidad y los conocimientos artísticos de los lectores.