El presente artículo surge del trabajo de investigación de tesis de grado sobre la señal televisiva Canal Encuentro (en adelante CE), que tuvo como objetivo analizar las representaciones que los jóvenes-alumnos de la Universidad Nacional de La Plata hacían de los contenidos generales de la señal televisiva en el año 2009/10. En el tiempo transcurrido entre el trabajo de campo y la redacción de las conclusiones finales del trabajo, ha sucedido un cambio sustancial como lo fue la aprobación y especialmente la aplicación de la Ley de Servicios de comunicación Audiovisual. Hoy a cinco años de su estreno, parece indispensable volver a debatir las implicancias de CE, ya que desde la aprobación de la ley, se ha renovado el interés académico sobre la televisión como servicio público.
Cinco años atrás, luego de las primeras emisiones de CE, se pudo ver que el ministerio de Educación de la Nación había lanzado un producto sin precedentes en la televisión argentina y lo más llamativo era la aceptación entre el público, a pesar de tratarse de un canal que no tuvo una campaña publicitaria muy enérgica. Su contenido novedoso y su estética dejaron ver que era un canal que llenaba un lugar vacío en la grilla televisiva del momento. De allí en adelante Canal Encuentro era algo que se pasaba de «boca en boca» como una buena noticia. A partir de la aparición de esta nueva señal, se abrió una vez más la discusión sobre la televisión educativa, sus alcances y limitaciones, pero además acerca de quienes consumirían este tipo de emisora, la cual está plantada sobre las bases de la educación popular, la reivindicación de los pueblos originarios y la promoción de la producción científica nacional.
Se puede presumir que la naturaleza de CE se debe justamente a que no se trata de un canal comercial. De ahí que su dinámica y sus contenidos sean muy distintos al del resto de la programación de los canales de aire.