Diré, para comenzar, que la presente Tesis tiene su origen en una doble experiencia.
Por un lado, en una experiencia colectiva: en el espacio ganado por la “delincuencia” en el repertorio de las problemáticas socialmente reconocidas, en su irrupción en tanto que asunto tematizado desde los más variados registros discursivos, en su configuración, por qué no, como “significante vacío” articulado desde múltiples discursos, nombrado como causa y consecuencia de un sin fin de procesos muchas veces contradictorios entre sí.
A su vez, esta emergencia de la “delincuencia” (principalmente en los relatos político/mediáticos) ha encontrado en el consumo de sustancias prohibidas, en la “droga” o la “drogadicción”, uno de sus principales socios. La ilegalidad de las prácticas las suma y las potencia, se las propone como polos de un mismo fenómeno que lleva de la droga al delito y del delito a la droga multiplicando sus efectos, acrecentándose mutuamente y delineando un entramado de “marginalidad” que despide víctimas como una potente fuerza centrífuga.
Pero además, este trabajo tiene su génesis en una experiencia personal, en un encuentro con el campo realizado a partir del “Taller de Lectura Desde un Nuevo Espacio” dependiente de la Dirección de Bibliotecas de la Provincia de Buenos Aires, efectuado entre los meses de Abril y Julio de 2006, teniendo lugar en la Unidad 111 de Claromecó.
Este Taller consistía en brindarle a los internos de la Unidad ejercicios que los ayudaran a construir narraciones ficcionales sobre temáticas que les eran propuestas. Se les otorgaban materiales didácticos y luego se proponía una dinámica de diálogo que terminaba en alguna producción colectiva o individual.