Se analizan las concepciones que subyacen en la frase "protección y rescate de nuestro patrimonio arqueológico nacional" que suele hallarse en los proyectos de legislación y literatura sobre el tema, y se plantean los siguientes interrogantes: el patrimonio ¿de quién es?, ¿de quién hay que salvarlo? Se aboga por la activa participación de las comunidades locales en la investigación y defensa del patrimonio arqueológico en coordinación con el arqueólogo y desde sus propios fines. Asimismo se propone la praxis de una arqueología "útil" en el marco de investigaciones en tecnología apropiada y desde una epistemología relacional, como medio idóneo para la generación de conocimientos transferibles en forma inmediata a procesos de desarrollo locales.