Si alguna imagen puede dar cuenta del paisaje natural, de lo dado, pareciera ser la del cine, ya que la cámara toma lo que está allí, en presencia, sin sustraer siquiera el movimiento. La propiedad que permite este tipo de representación es compartida por dos dispositivos, el cinematográfico y el fotográfico.
Ambos producen una imagen que es huella de un real, graban un existente.
La imagen pictórica en cambio, carece de esa posibilidad, pues aunque lo representado pueda reconocerse como real, no tenemos pruebas de su existencia.