La importancia de revisar nuestra historia reciente presenta variados desafíos. En primer término, porque el período que se cierra con la última dictadura militar representa el fin de una forma de vivir, hacer y discutir política. En segundo lugar, porque dicho período da cuenta de un proceso creciente de radicalización que puso en juego proyectos políticos tendientes a transformar revolucionariamente el orden social, propiciando la formación de numerosas organizaciones que, permeadas por diferentes tradiciones ideológicas, asumían la lucha armada como el método primordial para llevarla a cabo. Este último punto ha sido un eje central para los cientistas sociales que, con la intensión de comprender las complejidades de la época, han sesgado la mirada hacia el análisis de la violencia como herramienta política haciendo poca alusión al proceso de búsqueda y discusión que la acompañó y sustentó. Finalmente, pero en íntima vinculación con lo anterior, porque una de las grandes falencias de los trabajos existentes ha sido la tendencia homogeneizante de analizar la década del setenta haciendo énfasis en las organizaciones Montoneros y PRT-ERP, que aparecen como totalizadoras en el horizonte de aquellos años.
El trabajo de Esteban Campos y Gabriel Rot se nos presenta, en este sentido, como un interesante antecedente que pretende hacer frente a dichos desafíos. Los autores sostienen que la lucha armada en Argentina no puede ser abordada como un todo homogéneo, es decir, sin contradicciones internas ni debates políticos. Lejos de ello, dichos debates y contradicciones constituyeron una identidad rectora que terminará haciendo mella en las organizaciones consolidadas de la década del setenta. Para dar cuenta de estos procesos, se proponen reconstruir y analizar el devenir militante de la Guerrilla del Ejército Liberador (GEL) que, como otras tantas organizaciones, ha sido desapercibida u obviada por la mirada de los estudiosos de los setenta