La perspectiva que pretende aportar nuestra investigación sobre la inserción de los artefactos en el hogar, permite poner en crisis las teorías generales que dan una respuesta única o universal a la relación "tecnología-sociedad" y ha posibilitado observar cómo cada artefacto resuelve esta relación de un modo particular. Cada objeto propicia un determinado tipo de relación y cada receptor lo hace suyo -o no- de una determinada manera. Cada artefacto es también producto de una recepción, una nueva construcción que hace de él su usuario, cargada de nuevas e insospechadas significaciones. A pesar de la globalización, el público nunca es uno, sino muchos y cada artefacto se reescribe de un modo particular en la vida de cada persona. Esta situación nos introduce en un estudio de las modalidades de los «actos de uso», ampliando la historia del diseño y las tecnologías con una "historia de las apropiaciones".