Dentro de la sociedad hay una preocupación acerca de lo que sería correcto y lo que no respecto del uso lingüístico y esto está relacionado, en principio, con ciertas creencias o representaciones sociales y, en segundo lugar, con determinadas políticas lingüísticas. Las lenguas y la comunicación no pueden ser entendidas fuera de la cultura y de la sociedad en la que están insertas. El lenguaje no es un elemento aislado que puede ser estudiado en forma separada de los sujetos que lo utilizan y del contexto material, histórico y sociopolítico en el que se desarrolla. Asimismo, en las lenguas existe diversidad, rasgo que se relaciona con el cambio y el carácter dinámico del lenguaje, que responden a las necesidades de un contexto siempre cambiante. Dado que se reconoce la importancia de los medios en educación, y que la Revista Ñ de Clarín surge como un producto cultural, con especial interés en la problemática lingüística, nos interesa analizar cómo se posiciona con respecto a la diversidad y las políticas en ese campo. En este sentido, el enfoque sociolingüístico y la sociología del lenguaje, desde el reconocimiento de la diversidad cultural y lingüística, constituyen un marco disciplinar adecuado para el tratamiento del problema planteado.