Es posible encontrar una multiplicidad de estudios de investigación desarrollados en torno a la problemática adolescente. Sin embargo, la generalidad indica que éstos, tradicionalmente, han sido llevados a cabo en disciplinas como la Psicología, la Antropología o la Sociología. Algo se ha dicho también en el campo de la Comunicación pero desde perspectivas teóricas que difieren de lo discursivo-semiológico. El presente trabajo propone entonces una primera aproximación a la cuestión de la juventud, ya no por intermedio del adolescente en sí mismo -como agente protagonista de un grupo social particular- sino por lo que lee. Partiendo de la firme convicción de que “leer es hacer”, se entiende a la lectura como una práctica dinámica, que implica una postura activa para recorrer el universo del discurso y ponerlo en movimiento.